En un mundo desolado
vientos helados
recorren la nada.
Con los pies heridos
envueltos en retales,
los caminantes vagan.
Buscan el sol,
que se esconde
entre cenizas.
Desesperados avanzan,
sin futuro,
con el pasado a la espalda.
Rosa M.
la única ceniza es el pasado
ResponderEliminarcuando no nos permite
seguir al fuego en nuestros pasos:
no se puede quemar lo que ya ha ardido
no se puede cambiar lo que se ha ido.
Sopla con temple
por debajo de las cenizas
pueden quedar rescoldos
un abrazo
Seguimos en el camino, no es para tanto.
ResponderEliminarSomos muchos los caminantes, estaremos acompañados...
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