Ni gris, ni negro…
Color indefinido,
triste día el mío,
sin luces ni sombras,
un día anodino.
Pesa la locura,
sin salir de la cabeza,
vaga por los rincones,
me tienen presa.
Ni
frió ni calor,
hoy
no tengo sensaciones,
estoy
escondida,
no
me estorbes.
No
me concentro,
perdida,
miro
a las musarañas,
no
me centro.
Gira
el mundo,
yo
no me muevo
tanto
girar,
me
produce mareo.
Desplazada,
sin
moverme
olvidada
sin olvido
¿Dónde
estará
este
cuerpo mío?
Rosa
M.
Muy bien, mira las musarañas un poco más, me encontrarás entre ellas.
ResponderEliminarAyer, fui a ver AMOUR, no te la pierdas si tienes un hueco, merece la pena -un poco dura- mucho.
Besicos
Rosa entre tantos no sentimientos es dificil encontrarse
ResponderEliminarAbrazo
Qué bien describes esos días, Rosa.
ResponderEliminarEs difícil centrarse cuando el mundo gira y gira...
Un abrazo.
Nos cuesta a los occidentales cambiar la "O" por la "Y". Parece que la cultura nos condiciona de tal modo que nuestro mundo emocional no conoce más que los polos, los opuestos, la contradición, y, con ello, la ambiguedad, el enredo, la complicación... sin embargo, siento, Adentro de cada cual, existe el Ser que no conoce de dichas dicotomías. Podemos ir a su Encuentro!
ResponderEliminarMi fraterno abrazo desde el confín austral!
Un día de esos que pasa sin pena ni gloria...
ResponderEliminarEl cuerpo está por ahí pululando sin saborear, neutra, desapercibida...
:)
Como dice Nieves, esos días sin pena ni gloria, donde parece que nada está donde debe estar... que no te cunden las horas.
ResponderEliminarPasan ligeras pero tienes esa extraña sensación de no avanzar con ellas.
De esos días, te aseguro que últimamente yo tengo unos cuantos, casi casi, demasiados.
Besos mediterráneos.