Me compran y me venden
cada día, a cada hora.
cada día, a cada hora.
Sólo soy una mercancía
un número en una lista
Soy yo misma, o no lo soy,
a veces me pierdo
en discursos obtusos.
Vida en reverse o enrevesada,
sin marcha atrás y sin avances,
parada, estancada, empobrecida.
El hambre nunca se sacia, nunca es suficiente,
nada es suficiente, para llenar
el vacío que ocupa mi estómago.
Agujeros negros
en listas de espera, se tragan,
las esperanzas verdes de envidia.
Rosa M.
Sentirse atrapada sea donde sea donde te encuentres es algo terrible, al meno eso alcanzo a imaginar.
ResponderEliminarQue rompa el muro y esa barrera tan negra... esa es mi esperanza para con ella...
Besos :)
Pues casi es peor arrancar, y ver que no hay ningún destino. Al fin y al cabo, mientras nos compren y nos vendan, estamos en mercado. Abracitos.
ResponderEliminarSiempre hay que romper. Un relato muy triste y opresivo.
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