pensarte y no tenerte...
Y el sol sigue saliendo
en esta noche oscura,
mientras el deseo
me embarga a cada paso.
Qué duro se hace,
imaginarme en tus brazos...
Y no sentir tu calor, arropándome,
cobijándome.
Qué duro se hace...
Rosa M.
¡Qué tristes son estas ansias de ti que no se sacian!
ResponderEliminarBesos, Rosa.
Si es duro sí,difícil explicar al cuerpo por qué no puede saciar su necesidad y difícil explicar al corazón el por qué de ese azoramiento que no puede terminar.
ResponderEliminarAbrazos.
Lo entiendo todo :)
ResponderEliminarBesos
Te hace sentirte un poco PLOF...
ResponderEliminarBesos :)