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jueves, 15 de enero de 2015

MOSCAS



El café se enfría en la taza
mientras las moscas
se pasean por la cara
e intentan
introducirse en la boca abierta.

La mente viaja al blanco impoluto
y se queda allí.

Algún día no regresará
a esta realidad de grisuras frías.

Y mientras, en la calle,
los charcos de lluvias pasadas
se hielan.
Rosa M.

4 comentarios:

  1. Menudas moscas pegajosas, que hasta con el frío permanecen vivas.

    Me encantas como enfocas una escena simple y sencilla, tan bien conseguida que he recordado lo que es tener una mosca puñetera dando la lata...

    Feliz fin de semana Rosa :)

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  2. Hermoso, me gusta la cotidianidad con que expresas un sentimiento íntimo. Y me encanta la foto de la entrada.

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  3. rositaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa como tas
    jjejejejej eres la leche de boba jorge

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